19/4/08

¿ ES TODO LIBRO LO QUE SE LEE?

WOODY ALLEN.

"Tomé un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme "la guerra y la paz" en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia".

MANUEL VICENT
PANTALLAS ( 13/04/2008)
No recuerdo haber visto nunca en una película norteamericana el interior de una casa donde apareciera una biblioteca familiar. Tampoco a ningún héroe del cine clásico, Gary Cooper, John Wayne, Henry Fonda, leyendo un libro en la mecedora del porche después de realizar cualquier hazaña. Por los descampados del lejano oeste puede que a veces cruzara un tipo con un levitón polvoriento vendiendo biblias. Queda la estampa cinematográfica de algún reverendo abriendo el libro de los salmos al borde de una fosa descarnada en el momento de mandar a los verdes valles del Edén a cualquier fiambre, pero luego, nada. Los deudos devoraban la tarta de frambuesa que había preparado Maureen O'Hara para después del funeral. Nadie será capaz de imaginar una secuencia con Robert de Niro, Jack Nicholson o Brad Pitt enfrascados en la lectura de una novela. Ni siquiera Woody Allen se ha permitido el lujo de decorar el despacho de su psicoanalista con una estantería cargada de volúmenes manoseados. Los libros en el cine no existen. Esos best sellers con títulos dorados en relieve, que las amas de casa meten en la cesta de la compra junto a las zanahorias, nunca se quedan en casa después de ser leídos. Cuando las cámaras llegan, el trapero ya se los ha llevado. Se ha dicho hasta la saciedad que las pantallas han derrotado a los libros. Media humanidad se pasa el día sentada devorando imágenes. En el avión, en el tren, en el bar, en el hospital donde te acaban de rajar, en el sofá en el que caes rendido al final del día siempre hallarás enfrente una pantalla vertiendo en tu cerebro infinidad de monigotes. Las fotos de los periódicos cada día más grandes, los cuerpos gloriosos de belleza visual que pueblan las revistas satinadas, también se han puesto de parte de las pantallas en la guerra contra la letra impresa. Pero de los libros se salvan siempre las imágenes. Se trata de saber qué tiene más fuerza todavía, si la imagen literaria que conservamos en la memoria después de la lectura o la visión de toda esa fantasmagoría de luces y sombras. Qué deja un oro más profundo en el alma, la goleta Hispaniola navegando rumbo a la Isla del Tesoro a través de las páginas del libro o Gary Cooper soplando la boca del revólver en la pantalla.

Penguin sobre el libro y su futuro.

Dos videos producidos por esta editorial británica donde se plantean dos escenarios posibles para el futuro del libro (me olvidaba, están en inglés pero pienso que se entienden fácil).

Textos que invitan a la reflexión. Una cita, un artículo y dos videos quen nos servirán para comenzar la sesión del día 23. ¿De qué tratará esta sesión? Ahora os toca a vosotros realizar conjeturas, aventurar hipótesis y ,sobre todo, presentar propuestas y comentarios.

3 comentarios:

Cristina Novoa dijo...

Recoñezo que Manuel Vincet, ás veces, me emociona... pero este texto non me pareceu demasiado "matizado", creo que se queda excesivamente nos brancos e negros puros... Contrapor neste momento imaxes e libros, por outra parte, leva todas as de perder... parece que se vai impoñendo a mestizaxe e exemplos hai na rede autenticamente fermosos.
Unha mostra da parte que considero máis positiva deste artigo é esta curtametraxe á que se fai referencia no seguinte enlace de Hora de Ler: http://bega-horadeler.blogspot.com/2008/04/unha-curta-sobre-libros-e-lecturas.html, unha auténtica exquisitez.

javier pintor dijo...

Estoy bastante de acuerdo con lo que dices y el corto al que haces referencia es una auténtica maravilla y recomiendo que todos lo vean. Me interesa del artículo la confrontación, tantas veces enunciada, entre el texto fílmico y el texto literario y ver cómo según los soportes se construyen los espacios de lectura. El mundo del lector ha sufrido tantos cambios en estos años por los avances tecnológicos que hay que hacerse muchas preguntas sobre el lugar que ocupa y los escenarios en los que se mueve. Creo que el segundo video lo ejemplifica muy bien.

Cristina Novoa dijo...

Curiosamente,leo no último número de CLIJ, unha entrevista ao escritor Marcos S. Calveiro, autor entre outros, de Rinocerontes e Quimeras, ou de O carteiro de Bagdad... Á pregunta ¿De qué fuentes bebe para inspirarse? ¿Que escritores le han influido más?, responde:
Buff!! ésa es la pregunta del millón. He leído mucho de niño, pues tuve la suerte de que en mi casa había una buena biblioteca. He devorado a los clásicos, desde los rusos, hasta Poe, Verne, Wells o Jack London, pasando por las novelas de Zane Grey o de Simenon. Y también la tradición literaria gallega, de Cuenqueiro y de tantos y tantos otros. Supongo que todo eso ha ido dejando un poso, un bagaje, al que recurro cuando escrito aunque sea de una forma inconsciente. También creo que el cine es una de mis mayores influencias. Yo soy de aquella generación de niños que creció ante el televisor viendo el cine clásico en Sesión de Tarde: los westerns, las comedias de Lubistch, las aventuras de Erroll Flyn, el cine mudo, los musicales...